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Yo

Cripto y libertad: lo que pienso del dinero hoy

June 3, 2025

Introducción

Antes de conocer las criptomonedas, para mí el dinero era simplemente eso: monedas, billetes, la tarjeta del banco y poco más. Sabía que servía para comprar cosas, para ahorrar si podías, y que lo guardabas en el banco como todo el mundo. No me planteaba muchas preguntas. Pero desde que descubrí Bitcoin, Ethereum y todo este mundo, mi forma de ver el dinero ha cambiado un montón. Ahora pienso que el dinero es mucho más que una cosa que usas para pagar. También es poder, control, y libertad. En este texto quiero contarte cómo ha cambiado mi forma de pensar gracias al mundo cripto.


1. El banco ya no es el centro del universo

Cuando nacemos, nos enseñan que lo normal es tener el dinero en el banco. Que ahí está seguro, que puedes usarlo con la tarjeta, sacar del cajero y ya. Pero nadie te explica que el banco realmente controla tu dinero. Si quiere, te bloquea la cuenta. Si quiere, te cobra comisiones. Y además, puede prestar tu dinero a otros sin que tú lo sepas.

Con las criptos me di cuenta de que puedo tener el control yo. Si tengo mis Bitcoin o mis Ethereum en mi wallet, nadie me los puede quitar. No necesito pedir permiso a un banco para mover mi dinero. Y eso, para mí, es brutal. Es como si pasara de estar atado a tener libertad.


2. El dinero de antes no vale lo mismo que el de ahora

Otra cosa que flipé cuando me metí en este mundillo es lo de la inflación. Antes no tenía ni idea de qué era eso. Pero básicamente es cuando los gobiernos imprimen más dinero, y eso hace que lo que tienes ahorrado valga menos. O sea, si tienes 100€ hoy, dentro de un año quizás esos 100€ no te dan para comprar lo mismo.

Con Bitcoin, por ejemplo, eso no pasa porque tiene un límite: solo van a existir 21 millones. Nadie puede “imprimir” más. Y eso hace que no pierda valor por culpa de decisiones de otros. Yo ahora veo las criptos como una forma de proteger lo que tengo, de que no me lo coman sin darme cuenta.


3. Nadie me puede decir qué hacer con mi dinero

Una de las cosas que más me gusta del mundo cripto es que nadie me dice qué puedo o no puedo hacer con mi dinero. Si quiero enviarle a un colega 10€ en Ethereum, lo hago. Sin bancos, sin horarios, sin esperar al lunes ni pagar comisiones absurdas.

Y eso se nota aún más si piensas en países donde hay dictaduras o gobiernos que controlan todo. Ahí, si tienes tus ahorros en el banco, te los pueden congelar o quitar. Con las criptos, la gente tiene una manera de protegerse. Eso me parece una locura de potente. Como una especie de escudo.


4. Puedo ser parte de algo sin que me lo den hecho

Otra cosa que he notado es que el mundo cripto no es solo para “usar” como cliente, como pasa con el banco. Aquí tú puedes participar. Puedes votar en DAOs, puedes ayudar a proyectos, puedes aprender a usar protocolos DeFi. No estás solo recibiendo lo que te dan, sino que puedes ser parte del sistema.

Eso me hace sentir más libre. Como que no solo tengo que obedecer lo que me dicen desde arriba. Puedo elegir, puedo moverme, puedo decidir. Y eso no pasa con el dinero tradicional, que está súper controlado y tú solo haces lo que te dejan.


5. No todo el mundo quiere que seas libre con tu dinero

A medida que vas aprendiendo más de criptos, te das cuenta de que a muchos gobiernos y bancos no les hace gracia este mundo. Les molesta que la gente tenga el control. Y por eso intentan poner trabas, leyes raras o meter miedo.

Yo he leído noticias de países donde te multan por usar cripto, o te dicen que es solo para delincuentes. Pero eso es como decir que los cuchillos son malos porque alguien los usó mal. Las criptos no son el problema, el problema es cómo se usen. Y al final, la mayoría solo quiere tener libertad financiera.


6. Ser libre también implica ser responsable

Algo importante que aprendí es que si tú controlas tu dinero, también eres responsable de cuidarlo. Si pierdes tus claves, nadie te lo puede devolver. Si te estafan, no hay nadie que te lo arregle. Y eso al principio asusta, pero también te obliga a espabilar.

Antes, si pasaba algo, pensaba: “Bueno, ya lo arreglará el banco”. Ahora no. Ahora sé que tengo que tener cuidado, aprender, asegurar mis wallets, y no hacer tonterías. Y aunque eso da respeto, también me gusta. Es como tener la libertad de llevar tu propia vida, pero sabiendo que tú eres el que manda.


7. Poder usar cripto aunque seas joven, pobre o estés lejos

Esto es algo que me parece brutal. Para usar un banco, necesitas documentos, edad, a veces hasta dinero mínimo. Hay gente en países pobres que no puede ni tener cuenta. Pero con cripto, cualquier persona con un móvil y conexión a Internet puede tener su wallet y empezar.

Eso abre muchas puertas. Yo tengo amigos en otros países que usan cripto porque sus monedas no valen nada. O porque no confían en su gobierno. Para ellos, esto no es solo una moda. Es una solución real. Y me parece injusto que haya tanta gente sin acceso a algo tan básico como el dinero.


8. El dinero no es solo lo que te dan, también lo que tú eliges

Antes pensaba que el dinero era el euro, el dólar, y ya. Pero ahora veo que no. El dinero puede ser Bitcoin, puede ser una moneda de un juego, puede ser un NFT si alguien lo valora. El dinero es un acuerdo entre personas. Si tú y yo estamos de acuerdo en que algo vale, entonces vale.

Eso me cambió la cabeza. Me hizo pensar que no todo está escrito, que podemos inventar nuevas formas de valor, nuevas economías, nuevas formas de intercambiar. Es como si el dinero fuera más creativo, más libre, más humano incluso.


9. Ya no veo el dinero como el objetivo, sino como una herramienta

Esto suena profundo, pero lo siento así. Antes pensaba que el dinero era lo que tenías que conseguir para ser feliz. Pero ahora, con todo lo que he aprendido del mundo cripto, lo veo más como una herramienta. Algo que te puede ayudar a vivir como tú quieras, si lo sabes usar.

No quiero ser rico solo por tener millones. Quiero tener libertad para decidir qué hacer con mi tiempo, con mi vida, sin depender de un jefe, un banco o un sistema que no me representa. Y creo que con las criptos eso es posible, aunque no sea fácil.


10. Aún me queda mucho por entender, pero ya no soy el mismo

No te voy a mentir: no lo sé todo. Hay cosas del mundo cripto que todavía me cuestan, proyectos que no entiendo del todo, y tecnologías que parecen sacadas de una peli. Pero sí sé que desde que empecé en esto, ya no veo el dinero igual.

Ahora lo cuestiono todo. Me hago preguntas. Investigo. Y, sobre todo, quiero seguir aprendiendo. Porque cuanto más entiendes el dinero, más entiendes el mundo. Y cuando entiendes el mundo, puedes empezar a cambiarlo. O al menos, a vivir en él de una forma más libre.