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¿Serán las stablecoins el futuro del dinero digital?

June 3, 2025

Introducción

Desde que me metí en el mundo cripto, hay una cosa que me llama mucho la atención: la mayoría de la gente habla solo de Bitcoin, como si fuera el único futuro posible del dinero. Pero si te paras a mirar un poco más a fondo, te das cuenta de que hay otro tipo de monedas digitales que están ganando terreno y podrían tener un papel clave en cómo se usará el dinero en el futuro. Estoy hablando de las stablecoins, o sea, criptos que no suben ni bajan de precio como locas, sino que se mantienen estables, normalmente ligadas al dólar o al euro. Y sí, puede que no sean tan “emocionantes” como Bitcoin, pero en mi opinión, son mucho más útiles para la vida real.

En este texto te voy a contar cómo veo el papel de las stablecoins en el futuro del dinero digital, por qué creo que serán cada vez más importantes, y qué retos tendrán que superar para llegar a todas partes.


1. ¿Qué son las stablecoins y por qué importan?

Para empezar, una stablecoin es una criptomoneda cuyo valor está vinculado a una moneda tradicional. Por ejemplo, 1 USDT vale siempre más o menos lo mismo que 1 dólar. Esto hace que no tengas que estar pendiente de si sube o baja como pasa con otras criptos.

Y esto, aunque parezca poca cosa, lo cambia todo. Porque si tú quieres usar criptomonedas para pagar cosas, para ahorrar, para enviar dinero o para hacer cualquier cosa del día a día, necesitas que el valor sea estable. Imagínate que vas a comprar una hamburguesa con Bitcoin y que el precio baja un 10% mientras estás pagando. Pues eso con una stablecoin no pasa.

Para mí, ahí está su poder: son criptos que se pueden usar en la vida real sin tanto riesgo.


2. Las stablecoins como sustituto del dinero tradicional

Cada vez veo más gente usando stablecoins no para invertir, sino como si fueran su cuenta bancaria. Y no me extraña, porque ofrecen ventajas muy claras:

  • Se pueden enviar al instante, sin importar el país.
  • No necesitas banco, solo una wallet.
  • No pierden valor de forma loca como otras criptos.
  • Se pueden usar para pagar online, en apps, en tiendas (cada vez más).

En países donde la moneda local pierde valor rápido, como en Argentina o Venezuela, mucha gente ya usa stablecoins para proteger sus ahorros. Y eso me hace pensar: ¿y si en el futuro todos usamos este tipo de monedas para pagar, ahorrar o cobrar?


3. ¿El futuro está en las stablecoins públicas o privadas?

Aquí hay un tema clave para el futuro. Ahora mismo, la mayoría de stablecoins las crean empresas privadas (como Tether o Circle). Pero los gobiernos están empezando a moverse. Muchos países están desarrollando sus propias CBDCs (monedas digitales de banco central), que en el fondo son como stablecoins creadas por el Estado.

Entonces, la pregunta es: ¿quién ganará esa batalla?

  • Si ganan las privadas, puede que tengamos más libertad, más innovación y menos control estatal.
  • Si ganan las CBDCs, puede que tengamos más seguridad y regulación… pero también menos privacidad.

Yo no tengo claro qué es mejor, pero sí sé que el dinero del futuro será digital y muy probablemente estará basado en stablecoins. La gran pregunta es quién las va a controlar.


4. ¿Qué papel jugarán en el comercio global?

Otra cosa interesante es que las stablecoins pueden cambiar la forma en que se hace comercio internacional. Ahora, cuando una empresa quiere comprar algo en otro país, tiene que pasar por bancos, cambiar divisas, pagar comisiones… Es lento y caro.

Con stablecoins, eso se puede hacer al instante, sin bancos y con menos coste. Imagina un mundo donde las empresas usan USDC o DAI para comprar y vender entre países, sin preocuparse por el tipo de cambio. Eso ya está empezando a pasar, y yo creo que en el futuro será lo normal.


5. Retos que tienen que superar

Aunque todo suena muy bien, también hay problemas que las stablecoins tienen que resolver si quieren convertirse en el dinero del futuro:

Regulación

Muchos gobiernos todavía no saben cómo controlar las stablecoins. Algunos quieren prohibirlas, otros regularlas como si fueran bancos. Esto puede hacer que las cosas se frenen un poco.

Confianza

¿Realmente están respaldadas por dólares? En el pasado ha habido dudas sobre si empresas como Tether tienen todo el dinero que dicen tener. Para que la gente las use a gran escala, tienen que demostrar que son de fiar.

Accesibilidad

Aunque es fácil usarlas si sabes de cripto, mucha gente todavía no entiende bien cómo funcionan las wallets, los exchanges, etc. Para que lleguen a todo el mundo, hay que hacerlas más simples y más seguras.


6. ¿Y si los bancos se quedan atrás?

Esto es lo que más me flipa. Si las stablecoins se vuelven más populares y fáciles de usar, ¿qué pasará con los bancos? Ahora mismo, mucha gente solo usa su cuenta bancaria para guardar dinero y hacer pagos. Pero si puedes hacer eso con una stablecoin, desde tu móvil, sin comisiones, ¿para qué necesitas un banco?

Yo creo que en el futuro veremos bancos que se adaptan, ofreciendo servicios con stablecoins, o nuevos bancos completamente digitales, sin oficinas, sin colas, sin tarjetas.


7. ¿Las usaré yo dentro de 10 años?

Sinceramente, creo que sí. Si tengo que imaginar cómo voy a pagar dentro de 10 años, me lo imagino así:

  • Pago desde el móvil con una wallet cripto.
  • Uso una stablecoin (quizás USDC, quizás una nueva).
  • Todo es rápido, privado y sin bancos de por medio.

Y no porque me guste la tecnología por sí sola, sino porque es más cómodo, más barato y más libre.


Conclusión

Las stablecoins todavía no están en boca de todos, pero yo creo que van a ser una de las claves del futuro del dinero digital. No tienen el hype de Bitcoin, ni la fama de Ethereum, pero tienen algo que puede cambiar el juego: estabilidad. Y eso es justo lo que se necesita para que la gente normal, la que no invierte ni entiende de blockchain, se anime a usarlas.

En un futuro donde el dinero será cada vez más digital, las stablecoins pueden ser el punto medio perfecto: no están controladas del todo por los gobiernos (al menos las privadas), pero tampoco son una montaña rusa como otras criptos. Yo, por lo menos, ya las uso a diario, y creo que dentro de unos años lo hará todo el mundo, incluso sin darse cuenta.